12 de abril de 2014
Distancia: 23,92 km.
Desnivel+: 573 m.
Desnivel-: 371 m.
Tiempo total de marcha: 6 horas
Media total: 4,1 km./h.
Señalización: Buena
Valoración: 7,5
Después del desayuno en el hotel Palacio Guzmanes, salimos de Baños de la Encina: Patrick, Jacqui y yo y lo hacemos por la calle Linares, al final del pueblo parten algunos carriles asfaltados desde la carretera principal, una flecha direcciónal del Pr-A 289 nos indica el camino hasta el Yacimiento Verónica, seguimos pocos metros el asfaltado, enseguida nos desviamos hacia un camino a la izquierda que penetra en un olivar lo cruzamos y salimos a campo abierto donde el camino asciende hasta un pinar.
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Calle Linares |
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Baños de la Encina, al fondo el castillo |
Al llegar arriba tomamos una cómoda pista con vista a ambos lados de la sierra que pasa junto a varias explotaciones ganaderas sobre todo de vacas y reses bravas, tenemos que cuidar de no expantar al ganado, nuestros perros están acostumbrados y no se asustan al pasar entre ellos y a su vez si los perros no ladran el ganado se mantiene tranquilo.
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Parte alta de la sierra |
Al llegar al arroyo del Rumblarejo, dejamos la pista y seguimos un sendero que va junto al arroyo por una bonita zona, un grupo de ciclistas se cruzan con nosotros.
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Junto al arroyo del Rumblarejo |
La sierra se encuentra en su máximo esplendor en primavera, la jara florecida al igual que los cantuesos y la retama, donde se mezcla el color blanco con el amarillo y el morado dan ese contraste al verde intenso de la dehesa. Pasamos junto a un grupo de caballos en semilibertad y hacemos una parada para descansar junto a ellos.
La etapa de hoy penetra en la sierra Morena profunda donde no existen ni carreteras ni bares ni restaurantes, solamente ganado y grandes fincas a ambos lados del camino, cruzamos con un jinete que pasea con su caballos nos indica que hay un gran rebaño de ovejas y más adelante reses bravas.
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Añadir leyenda |
Pasado el rebaño llegamos a la Casa del Quinto donde hay varios trabajadores del campo conversando animadamente, damos los buenos días y atravesamos una portilla para entrar de golpe en una zona de reses bravas, normalmente las reses bravas en el campo suelen huir, pero ahora están en época de cría y el instinto de protección hace que estén un poco alteradas.
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Rebaño junto a la Casa del Quinto |
Los grupos de animales corren de un lado a otro y de delante atrás y la angustia se pone en nuestra garganta y no nos deja respirar hasta que no pasamos la última res, tengo algunos kilómetros recorridos pero es la primera vez que cruzamos entre ganado bravo sin vallas ni alambradas entre nosotros.
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Dehesa del encinar de los Cuello |
Entramos en un camino vayado a ambos lados, es el camino del Centenillo, buen camino para avanzar, aunque a veces pequeños grupos de vacas en espacio reducido como el ancho de una cañada hace que cuidemos de nuestros perros para que vayan tranquilos. Llegamos a la casa que da nombre a la Dehesa del Encinar de los Cuello, también con ganado bravo con el que también cruzamos pero ya vamos cogiendo experiencia y lo vamos llevando más tranquilo. Al salir de la finca hacemos una parada para descansar y comer, Lily y Tonto disfrutan jugueteando entre la hierba.
Ya tenemos a la vista las casas de La Carolina, un buen camino nos va llevando poco a poco en pequeños sube y baja, entre nuevas explotaciones ganaderas hasta esta localidad que fue famosa por sus minas de galena.
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La Carolina |
Al llegar a la carretera la tomamos a la derecha bordeando la ciudad hasta alcanzar la calle Camino de Baños por donde entramos hasta el centro, junto al ayuntamiento.
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Rotonda en La Carolina |
Buscamos la pensión Los Jardineros en la parte alta del pueblo junto al mercado.
Salimos a dar una vuelta y recorrer esta población minera, la cena la hicimos en un mesón de tapas y raciones en el centro de la ciudad.
Alojamiento Pensión Los Jardineros 5
Meson: 6
Desayuno: Cafeteria del mercado de abastos 7